KINSTON, Carolina del Norte.- Linda Watson, una enfermera retirada de 67 años, aguarda la llegada del avión de Donald Trump en el aeropuerto regional de Kinston. Lleva una gorra con el apellido del republicano bordado en letras mayúsculas arriba de la frase Make America Great Again. Un botón en su blusa dice «Chicas lindas por Trump».
«Quiero que nuestro país vuelva a ser conservador en vez de progresista «, dice. «Han alejado al país de Dios. Lo quiero de vuelta. Y Trump nos va a dar más libertades, va a restaurar la grandeza de Estados Unidos», sentencia.
Watson vive con su marido en las afueras de Kinston, un pueblo de poco más de 21.000 habitantes en el este de Carolina del Norte que ha sido golpeado por la globalización y la modernización de la industria. En la calle principal de la ciudad se ve poca gente y varios negocios abandonados. Watson lamenta que las fábricas textiles y de muebles, antaño motor de la ciudad, desaparecieron.
«Acá no hay trabajo», se queja. «Trump habla como habla la mayoría de la gente acá. Va a traer los trabajos de vuelta», dice.
Esa fue una de las promesas centrales que Trump hizo en el acto de campaña donde ella estuvo. Llegó a prometer, incluso, que Apple producirá el iPhone en Estados Unidos.
Watson se queja de que el gobierno federal es demasiado poderoso, y que está «acaparando» todo. Se queja también de que la vida es más cara que antes, de que gasta más en salud, y de que los pocos trabajos que han aparecido en los últimos años en Kinston sólo pagan el salario mínimo. Quiere a Trump en la Casa Blanca, y ya lo votó.
«Quiero un presidente conservador, que piense como Estados Unidos al principio, que crea en la Constitución, en el derecho a portar armas. Creo que él hará eso por mi», explica.
Watson es evangélica. Cree en el cambio climático, pero dice que es parte del «plan de Dios». Igual, cree que «hay alguna cosas» que la gente puede hacer para lidiar con el calentamiento global. Defiende el derecho a portar armas, aunque está a favor de que haya más controles en las ventas. Está en contra del aborto. Quiere más controles para los inmigrantes, aunque ignora cómo funciona el sistema: «Lo que me molesta es que cuando tengo que ir a otro país, ellos controlan mi pasaporte. Debería ser lo mismo para la gente que viene a nuestro país», afirma.
A la hora de informarse, Watson mira el canal local de noticias, la cadena Fox News, y lee el periódico de su condado, The Standard Laconic.
¿Qué piensa de Obama? «Creo que es un hombre bastante bueno», afirma, y luego cambia el tono de su voz: «Pero está involucrado en los correos electrónicos de Clinton también y eso cambió mi opinión sobre él».
¿Existe algo de la presidencia de Obama que le haya gustado? «Dejáme que piense…», pide. Luego de unos segundos de silencio, responde: «No se me ocurre nada».
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