Por: DIEGO BISONÓ LEÓN
1ro de Junio 2024
República Dominicana es el país de las maravillas, con un sinfín de oportunidades que aún no hemos capitalizado. Quiero compartir mis reflexiones sobre el potencial que identifico y el costo de oportunidad en el que esto incurre.
Durante las últimas décadas, nuestro país ha jugado un gran partido de vitilla, ese juego que todos los dominicanos conocemos bien.
Con una tapa de botellón de agua y un palo de escoba como bate, hemos logrado avances notables en inversión extranjera, zonas francas, 10 millones de “visitantes” y demás.
Pero aún estamos jugando vitilla cuando tenemos el potencial de hacer Home Run en las grandes ligas. Necesitamos enfocarnos en los verdaderos pilares del desarrollo: Emprendimiento y Negocios, Educación, Deportes y Salud.
El espíritu emprendedor es como ese joven que sueña con jugar en las grandes ligas.
En nuestro país, hemos visto un incremento en la creación de nuevas empresas, impulsado en gran parte por el acceso a financiamiento y el apoyo gubernamental, como con PROMIPYME.
Según datos del Banco Mundial, el número de pequeñas y medianas empresas ha crecido un 40% en los últimos diez años, siendo estas las que más aportan al fisco.
Pero seguimos enfrentando desafíos significativos, como la alta burocracia y la falta de infraestructura adecuada, que nos mantienen jugando vitilla.
Para mejorar el panorama emprendedor, es imperativo que el gobierno continúe simplificando los procesos burocráticos para la creación y gestión de empresas, esto sin mencionar el tan complejo sistema tributario y el anticipo.
Un estudio de la CEPAL reveló que los trámites administrativos son uno de los principales obstáculos para los emprendedores en nuestra región, lo cual puedo avalar por experiencia propia.
Lo que sí es vital es incluir programas de educación financiera en las escuelas para que desde temprana edad los jóvenes entiendan cómo gestionar, hacer crecer un negocio y no desenfocarse en las tendencias de modas.
Necesitamos preparar a nuestros jugadores para que puedan manejar el bate y la bola en el campo de las grandes ligas.
La educación es el entrenamiento que prepara a nuestros jugadores para soltar el palo de escoba y dar grandes Home Runes.
Aunque hemos avanzado en términos de acceso a la educación, la calidad sigue siendo un problema.
Según el Banco Mundial, nuestra tasa de alfabetización ha mejorado, pero el rendimiento en matemáticas y ciencias sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región, si no el peor.
De acuerdo con PISA, nuestros estudiantes están por debajo del promedio en ambas materias, que vergüenza.
Mientras sigamos licitando Miles de Millones en estaciones eléctricas… para autobuses eléctricos… en un país que carece de energía… las grandes ligas nunca dejarán de ser un sueño para nuestros tremendos jugadores por no tener las prioridades claras.
Hoy en día nuestros jugadores están ya ponchados antes de siquiera tener chance de batear. Invertir en la formación continua de los maestros es esencial para que puedan impartir una educación de calidad.
Actualmente, solo el 30% de los docentes reciben capacitación regular según el Ministerio de Educación, lo que afecta directamente el rendimiento estudiantil, cosa inaceptable.
Actualizar el currículo escolar para incluir habilidades del siglo XXI, como pensamiento crítico, creatividad y habilidades digitales, también es crucial.
Según un informe de la UNESCO, solo el 25% de nuestras escuelas integran tecnologías digitales en su currículo, lo cual deja a nuestros estudiantes en desventaja en el mercado laboral global y quienes sí desarrollan estas habilidades terminan, muchas veces, trabajando en el mercado extranjero.
Además, es fundamental asegurar que todos los niños y jóvenes, en cualquier rincón del país, tengan acceso a una educación de calidad.
La brecha entre las escuelas urbanas y rurales sigue siendo significativa, con una gran diferencia porcentual en las tasas de finalización de estudios secundarios.
Debemos nivelar el campo de juego para que todos tengan su turno al bate una vez se hagan bachiller.
El deporte no solo es fundamental para la salud física, sino que promueve valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia. Sin embargo, la inversión en infraestructura deportiva y programas de desarrollo sigue siendo insuficiente.
Según el Ministerio de Deportes, tan solo el 35% de las instalaciones deportivas están en condiciones óptimas, lo cual limita la participación de los jóvenes en actividades deportivas.
Un estudio del Instituto Nacional de Deportes reveló que el 60% de los jóvenes no practican deportes regularmente debido a la falta de infraestructura adecuada.
Es esencial crear programas de intercambios deportivos apoyados por instituciones privadas, en las zonas urbanas y rurales, lo cual es un “plus” que nos beneficia a todos, como ha estado haciendo CRESO.
Países como Cuba y Brasil han implementado programas exitosos en este sentido, lo cual ha generado un aumento significativo en el número de atletas de alto rendimiento.
Además, incluir más horas de educación física en el currículo escolar y promover la participación en diversas disciplinas deportivas es fundamental.
Actualmente, las escuelas solo destinan un promedio de dos horas por semana a la educación física, según el Ministerio de Educación, lo cual es insuficiente para fomentar un estilo de vida activo.
Países como Finlandia y Japón dedican a esto un 250% más que nosotros, según estudios de la OCDE.
La salud es la zapata fundamental que sostiene a todos los demás pilares.
A pesar de los avances en la infraestructura sanitaria y el acceso a servicios básicos en los últimos años, aún enfrentamos desafíos en términos de prevención de enfermedades y calidad de atención.
Según datos de la OMS, aunque la esperanza de vida ha aumentado, todavía tenemos problemas con enfermedades crónicas y emergentes.
Por ejemplo, la tasa de diabetes en adultos ha aumentado un 25% en los últimos diez años, según el Ministerio de Salud Pública.
Propondría incorporar horas en el programa escolar, desde los primeros años, para tratar temas de alimentación y salud en base a la nutrición.
Continuar mejorando la accesibilidad y la calidad de los servicios de salud, es otra medida indispensable.
Actualmente, solo el 50% de las comunidades rurales tienen acceso a servicios de salud, lo cual resulta en una mayor incidencia de enfermedades prevenibles, como el dengue.
Estas enfermedades se convierten en una bola de nieve que genera un gasto cada vez mayor para el presupuesto gubernamental.
Igualmente, incluir la salud mental como una prioridad en las políticas de salud pública y asegurar que haya suficientes recursos para el tratamiento y apoyo es igualmente importante.
Según un informe del Ministerio de Salud Pública, solo el 10% de los pacientes con trastornos mentales reciben tratamiento.
Debemos cuidar a nuestros jugadores en todas las facetas de su salud para que puedan rendir al máximo en el campo.
A menudo, las noticias sobre los avances gubernamentales nos absorben y olvidamos ver la realidad de estos cuatro pilares fundamentales.
Según un informe del Banco Central, el sector de visitantes contribuyó con el 8% del PIB en el último año, mientras que la inversión extranjera directa alcanzó un récord de $3.5 mil millones de Dólares Americanos, el cuál aplaudo.
Sin embargo, estos logros no deben desviar nuestra atención de los problemas internos que afectan directamente la calidad de vida de nuestros jugadores.
Es esencial que, abramos el abanico de aquello que verdaderamente importa para el desarrollo sostenible del país.
Necesitamos trabajar para comenzar a jugar en grandes ligas, enfocándonos además en estos otros fundamentos.
Es innegable que bajo el liderazgo del presidente Abinader, a quien felicito, hemos visto resultados significativos en mejoras de nuestro país, ha dado un Home Run con base llena y su reelección es un reflejo de la confianza del pueblo en su visión y capacidad de gobernar.
Bajo su administración, se han visto importantes avances económicos y sociales.
En ese sentido, insto a que, en este nuevo mandato, centre aún más su atención en estos pilares antes mencionados.
Es necesario continuar impulsando políticas que promuevan una educación de calidad, se apoye a los emprendedores, fomenten la actividad deportiva y garanticen una atención de salud integral y accesible para todos.
Como joven empresario creo firmemente en el potencial del dominicano. Es hora de que República Dominicana deje atrás la vitilla y empiece a jugar en las grandes ligas.
Tenemos el talento, los recursos y la determinación para lograrlo.
Pero, debemos abrir ese abanico de ofertas de alta calidad y solo así podremos transformar nuestro potencial en realidad y construir un futuro próspero y sostenible para todos.
Es momento de que cada dominicano tome su bate y se prepare para el gran juego, porque estamos listos para competir al más alto nivel y demostrar de que somos capaces, no solo en el béisbol, sino en todos los aspectos que construyen una gran nación.
Descubre más desde Noticias breves
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Comentarios de Facebook