En el Día del Padre dominicano, personas acudieron a los cementerios en Santiago para rendir homenaje a sus padres fallecidos. En el cementerio municipal de Santiago Oeste y en el principal de la calle 30 de marzo, se observó a familiares limpiando nichos y colocando velas y velones en memoria de sus seres queridos.
Para muchos, esta tradición de visitar a sus difuntos no se limita solo a esta ocasión especial, sino que lo hacen de forma regular. María del Carmen Durán expresó: «Yo vengo a menudo, pero aprovecho hoy porque es el Día de los Padres; hay que visitarlos aunque estén muertos. Mi esposo fue un buen padre».
Otra visitante, Leonidas Aurelia Durán, comentó: «Aunque estén muertos, nunca se olviden de sus padres; es su última morada y creo que deben ser visitados».
Sin embargo, algunos trabajadores y limpiadores de tumbas enfrentaron dificultades en el cementerio del Ingenio debido a la falta de agua para realizar sus labores. «No hay agua, tenemos que traerla para poder hacer la limpieza», manifestó Blanca Rosa Martínez.
Añadió que cada año, en fechas como el Día de los Padres, el agua escasea y deben buscarla en sus hogares para poder limpiar adecuadamente.
A pesar de ello, las ventas de flores, velas y velones se mantuvieron activas, aunque se reportó que en comparación con el Día de las Madres, las ventas fueron menores. «Está regular, hemos tenido movimiento, pero no se compara con el Día de las Madres», mencionó Helena Díaz, quien ha sido vendedora de velones en el cementerio del Ingenio por más de 20 años.
En un día lleno de sentimientos y recuerdos, los cementerios de Santiago recibieron a aquellos que quisieron rendir homenaje a sus padres en su última morada.
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