Este martes, un autobús de pasajeros se incendió y estalló en pleno centro de Roma, a pocos metros de la Fontana di Trevi, uno de los lugares turísticos más populares de la capital italiana. El hecho causó alboroto y pánico entre la gente, al pensar que se trataba de una acto terrorista.
Medios locales señalan que tan pronto como el conductor del vehículo notó la presencia de humo en el interior, evacuó a los pasajeros e intento controlar las llamas con un extintor. Testigos afirman que de repente se sintió una explosión que provocó serios daños materiales los negocios aledaños. Sin embargo, no se reportaron heridos.
El fuego produjo una espesa capa de humo negro que cubrió la zona. Al lugar acudieron de inmediato los bomberos, que lograron controlar las llamas. Las causas del incidente aún se desconocen, aunque no se trata del primer caso de este tipo en la ciudad.
A lo largo del año se han registrado al menos 9 explosiones de buses y otras 20 fueron reportadas en 2017. Medios italianos culpan del problema al deplorable estado de la flota automotriz de la ciudad y a su deficiente mantenimiento y control.
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