Los refrescos: «Más que burbujas, una bomba de azúcar y riesgos para la salud»

Lo que realmente preocupa a los doctores sobre el consumo de refrescos

Autora: Dra. Emely Montero Rodríguez

Fotos: Fuente externa.

En más de una ocasión he escuchado personas que dicen que las burbujas del refresco se vuelven piedras en los riñones, pero ¿Es esto a los que nos referimos los médicos cuando expresamos nuestra preocupación por el consumo de estas bebidas?, realmente no.

El tema de los refrescos y de la mayoría de las bebidas azucaradas es un poco más complicado que unas meras burbujas.

Comencemos conociendo al sospechoso en cuestión el refresco: una coca cola que es la más popular en nuestro entorno contiene en 400ml (aprox. una botella pequeña): 164 kilocalorías lo que significa que deberíamos caminar unos 49 minutos para quemar esas calorías, 42.3 gramos de azúcar que sería unas 8 cucharadas de azúcar en una botella pequeña y 48 mg de cafeína lo que equivale a más o menos media taza de café según la FDA (U.S. Food and Drugs Administration). Además de esto contienen: sodio (sal), colorantes y otros aditivos. Ahora la pregunta importante ¿En qué se traduce todo esto?.

Vamos por partes, la OMS (Organización Mundial de la Salud) afirma que las bebidas con azucares añadidos han ido reemplazando los alimentos saludables, y que estas por su alto contenido en azúcares y calorías llevan al desarrollo de obesidad en una sociedad cada vez más sedentaria, al desarrollo de caries dentales y diabetes por esos mismos altos contenidos en azúcares refinadas.

Un estudio realizado en Australia en 2020 donde: 63% de los participantes consumía refrescos con un promedio de consumo de al menos una bebida diaria, entre estos participantes se observó sobrepeso y una alta prevalencia en desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes. Por otro lado, la cafeína contenida en estos refrescos según lo expuesto es un artículo de revisión se manifestó con insomnio, nerviosismo, inquietud e incluso una predisposición al consumo de alcohol; estos fenómenos mayormente ocurrían en adultos jóvenes y niños que excedían los 100 mg de cafeína.

En adición a esto, la literatura refiere que se observan mayores tasas de gastritis y enfermedades gastrointestinales en las personas que consumen estas bebidas porque sus componentes son muy dañinos para la mucosa del estómago, incluso las de los refrescos dietéticos. En cuanto ha su contenido de sal se ha visto que influye en la aparición de hipertensión arterial, siendo esta enfermedad la antesala para un evento cerebrovascular.

Si todo esto no te convence de lo nocivos que son los refrescos y que no es las burbujas que no se revientan lo que le preocupa a tu médico, permíteme decirte que no contienen vitaminas ni proteínas, por lo que no solo hacen daño si no que no te aportan nada nutritivo. La próxima vez que pienses en consumirlas analiza esta información, si de verdad merece la pena y si no hay otras opciones que sean beneficiosas para tu salud.