Luis Vargas regala una noche mágica en la Gran Arena del Cibao

Santiago de los Caballeros, RD. El amargue y la nostalgia se apoderaron de la Gran Arena del Cibao durante el concierto “Mi trayectoria”, en el que el rey supremo, Luis Vargas, celebró sus 40 años de carrera musical.

Desde tempranas horas de la noche, un público fiel a la bachata llenó por completo el aforo, esperando pacientemente hasta las 11:40 p.m., cuando un emotivo audiovisual proyectó los inicios y momentos clave de la carrera de Vargas, anunciando su inminente entrada.

El artista, recibido de pie por sus seguidores, subió al escenario luciendo una chaqueta larga, pantalón marrón y su icónica guitarra blanca.

El recital inició con “Veneno”, seguido por éxitos como “El dolor” y “Bella idiota”.

Vargas, siempre cercano a su público, comentó con humor: “Ya estamos en confianza, déjame quitarme esto… Dios mío, qué calor. Se me hace difícil tocar bachata sin romo, porque el bachatero bebe a pico de botella, así es que salen las palabras”.

El repertorio continuó con clásicos como “Con los crespos hechos”, “La mesa del rincón” y “Lo sé”, pero un problema técnico con el sonido lo hizo reaccionar de manera peculiar: “¡Arreglen el maldito sonido, o les parto la guitarra en la cabeza!”, provocando risas entre los asistentes.

Una vez resuelto el inconveniente, Vargas regresó con «Yo no muero en mi cama», y luego presentó a su primer invitado, Tony B, con quien interpretó “Olvídala” y “Tarde te arrepientes”.

El segundo invitado de la noche fue Joe Veras, quien deleitó al público con temas como “Fondo de botella”, “Muchachita buena” y “El hombre de tu vida”.

El Chaval de la Bachata también subió al escenario, a quien Vargas definió como su “hijo musical”, para interpretar juntos éxitos como “Dónde están esos amigos”, “Dile a ella” y “Zapatero”.

Comentarios de Facebook


Descubre más desde Noticias breves

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.