Replanteando la filosofía e investigación desde una perspectiva descolonial anto-epistémica

Autor: Dr. Andrés Reyes

Desde tiempos inmemoriales, la filosofía ha sido un campo de estudio que ha evolucionado significativamente. En sus orígenes, se consideraba como el «amor a la sabiduría». Sin embargo, con el paso del tiempo, en particular en la época moderna, esta concepción ha experimentado un cambio fundamental.

La filosofía platónica, por ejemplo, era vista como un camino hacia la sabiduría, pero con la llegada de la modernidad, esta sabiduría se ha liberado de su carácter absoluto, transformándose en un conocimiento más racional, despojado de emociones y afectos.

Durante el prolongado y aún no resuelto período colonial, las poblaciones colonizadas se vieron influenciadas por dos modelos epistemológicos divergentes. Por un lado, mantenían sus propias tradiciones de autosuficiencia, especialmente en lo que respecta a las relaciones sociales.

Platón. Leonidas Drosis. Jardín de la Academia de Atenas. Nació en Atenas sobre el 428/27 A.C.

Por otro lado, se vieron influenciados por el modelo europeo, caracterizado por un enfoque instrumental y descriptivo. Estermann (2014) destaca que la filosofía de la liberación latinoamericana nace como respuesta crítica a las realidades socioeconómicas de América Latina, abrazando la teoría de la dependencia y la teología de la liberación.

Mientras que la era poscolonial se caracteriza por el reconocimiento de que las formas modernas de poder han dado lugar a técnicas opresivas que afectan de diferentes maneras a diversas comunidades y objetos.

La descolonización y la filosofía epistemológica del sur, con influencias de pensadores como Enrique Dussel, Immanuel Wallerstein, Aníbal Quijano, Edgardo Lander y Ramón Grosfoguel, emergen como resultado de una «colonización interna» en el sur de Europa, que eventualmente se propagó a otros territorios bajo el disfraz del año 1492.

Esta perspectiva nos lleva a cuestionar la afirmación de que el colonialismo moderno tiene sus raíces únicamente en el exterior, ya que, de hecho, se originó en Europa.

Imagen ilustrativa del colonialismo. Fuente Externa.

Es fundamental comprender que la filosofía europea se ha consolidado como la norma, pero esto no implica que sea universal. Extrapolando un enfoque filosófico particular a un mundo diverso y con distintas condiciones sociohistóricas es un error evidente, reflejado en la formación del eurocentrismo.

En última instancia, este ensayo aborda la necesidad de reconsiderar nuestra comprensión de la filosofía en un contexto descolonizador. Se propone una mirada crítica hacia las nociones tradicionales y se plantea la importancia de una perspectiva histórica que reconozca la diversidad de fuentes de conocimiento y cuestiones ontológicas.

El pensamiento europeo, que ha priorizado la razón sobre la emoción, también es objeto de escrutinio, ya que se evalúa como un mito que trasciende los límites de la razón.

En resumen, se nos desafía a explorar nuevas dimensiones de la filosofía más allá de las fronteras tradicionales, reconociendo que la descolonización es un proceso que abarca tanto lo interno como lo externo y que tiene profundas implicaciones en la percepción del mundo y el conocimiento.


Bibliografía:

Estermann, J. (2014). Colonialidad, descolonización e interculturalidad. Apuntes desde la Filosofía Intercultural. Polis. Revista Latinoamericana, (38).Daza, W. G. I. (2017). Epistemología pluralista, investigación y descolonización: aproximaciones al paradigma indígena. RevIISE: Revista de Ciencias Sociales y Humanas, 9(9), 111-125.Mejías, C. el Florecer Filosófico del Sur: una Tarea Ineludible.

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