Análisis de los últimos cuatro años en el sistema penitenciario dominicano
Primera parte de 3
Autor: Pedro Wise (Pseudonimo)
Resumen
Este artículo científico examina los últimos cuatro años de gestión de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales de la República Dominicana, donde la corrupción, el acoso laboral, la persecución y el crimen organizado han sido elementos prevalentes.
Se analiza cómo la designación de miembros de la Policía Nacional, caracterizados por estas prácticas, ha contribuido al colapso del sistema penitenciario y correccional, violando los principios constitucionales que garantizan la dignidad humana.
También se aborda el impacto en los agentes de vigilancia y tratamiento penitenciario, quienes trabajan en condiciones deplorables que afectan su salud física y emocional, mientras los funcionarios corruptos son recompensados y ubicados en puestos estratégicos.
Introducción
En los últimos 4 años, el sistema penitenciario y correccional de la República Dominicana ha sido escenario de una profunda crisis que amenaza con desmoronar los principios fundamentales establecidos en la Constitución.
A pesar de que la normativa nacional exige la protección de la dignidad humana de todas las personas, la realidad dentro de los centros penitenciarios evidencia graves violaciones a estos derechos.
La corrupción, el acoso laboral, la persecución y el abuso del poder han erosionado las bases de una institución que debería velar por la rehabilitación y reintegración social de los internos.
Esta problemática se ha visto agravada por la decisión de asignar en la administración de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales a miembros de la Policía Nacional.
En lugar de fortalecer la estructura del sistema, estas designaciones han permitido la proliferación de redes de corrupción y crimen organizado, comprometiendo no solo el funcionamiento institucional, sino también la seguridad y el bienestar de los internos y de los agentes de vigilancia y tratamiento penitenciario.
La gestión de estos cuatro años ha sido catalogada por expertos como un “telón de horror” que ha dejado secuelas irreparables.
En este contexto, los agentes de vigilancia y tratamiento penitenciario son una de las poblaciones más afectadas. Sus condiciones laborales han llegado a niveles alarmantes de precariedad, caracterizadas por falta de recursos, jornadas extenuantes y la amenaza constante de acoso laboral y persecución.
Estos factores vulneran sus derechos fundamentales y repercuten negativamente en su desempeño profesional, generando un ambiente laboral hostil que impacta directamente en la eficacia del sistema.
El presente artículo tiene como objetivo analizar las causas y consecuencias de esta crisis desde una perspectiva crítica, explorando cómo la corrupción y el abuso del poder han debilitado la estructura penitenciaria, y resaltar la importancia de implementar medidas urgentes que prioricen la transparencia, la dignidad humana y el respeto a los derechos fundamentales.
Definiciones de Conceptos Básicos
- Dignidad Humana:
La dignidad humana es el valor intrínseco de toda persona, que exige respeto y protección independientemente de su condición legal o social (UNESCO, 2002). En el contexto penitenciario, esta dignidad se viola al someter a los agentes a condiciones laborales degradantes, sin acceso a recursos básicos y bajo amenazas constantes. - Corrupción:
Se define como el uso indebido de un cargo público para obtener beneficios personales, violando principios éticos y legales (Transparency International, 2023). En el sistema penitenciario, se manifiesta en la promoción de funcionarios deshonestos a puestos clave, perpetuando redes de crimen organizado y prácticas como el soborno, la malversación de fondos y el nepotismo. - Acoso Laboral:
El acoso laboral es una forma de violencia psicológica que degrada, intimida y afecta la salud mental de los trabajadores mediante actos reiterados de hostigamiento (Ley de Prevención del Acoso Laboral, 2015). En este contexto, se utiliza como herramienta para castigar a quienes se oponen a las prácticas corruptas de la administración. - Crimen Organizado:
Según la UNODC, es una estructura jerárquica que opera ilegalmente para obtener beneficios económicos o políticos (UNODC, 2020). En los centros penitenciarios, estas redes se fortalecen con la complicidad de altos funcionarios que facilitan actividades ilícitas, como el tráfico de drogas y la trata de personas. - Persecución Laboral y Abuso del Poder:
La persecución laboral implica el uso de mecanismos injustos para hostigar o discriminar a empleados que se oponen a prácticas corruptas (ILO, 2018). El abuso del poder se da cuando una figura de autoridad impone decisiones arbitrarias, vulnerando los derechos de los demás. En el sistema penitenciario, estos fenómenos se evidencian en el favoritismo hacia funcionarios corruptos y en el acoso a los agentes íntegros.
El análisis de los fundamentos y conceptos que subyacen a esta crisis nos revela cómo la corrupción y la vulneración de la dignidad humana han permeado todos los niveles del sistema penitenciario.
Este escenario sentó las bases para un colapso institucional, donde la administración y la designación de cargos han favorecido la impunidad y la consolidación de redes ilícitas.
En la siguiente entrega, profundizaremos en cómo estas prácticas han desencadenado una verdadera crisis interna, detallando el impacto devastador en los agentes penitenciarios y exponiendo las graves consecuencias de un ambiente laboral marcado por el acoso y la persecución.
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