Un agente policial agredió a miembros de la prensa en Santiago

Santiago – La comunidad periodística de Santiago y la sociedad en general están conmocionadas por la agresión sufrida por el reportero gráfico Roberto Reyes y la periodista Maricela de la Cruz mientras cubrían un incendio en la ciudad.

Según los testimonios, ambos fueron atacados por un agente de la policía, lo que constituye un claro abuso de poder y una violación a los derechos fundamentales de la prensa.

Este incidente ha desatado una ola de indignación entre los periodistas y ciudadanos. «El periodismo es una piedra angular de la democracia y la libertad de expresión.

Este ataque no solo viola los derechos profesionales de Reyes y de la Cruz, sino que también atenta contra la libre difusión de información, esencial para la transparencia y la rendición de cuentas en una sociedad democrática», comentó un representante del gremio periodístico.

La agresión ocurrió mientras Roberto Reyes y Maricela de la Cruz realizaban su trabajo en la cobertura del incendio.

En ese momento, un agente de la policía se acercó y, sin mediar palabra, los agredió físicamente, impidiéndoles continuar con su labor.

«Condenamos enérgicamente este acto de violencia y exigimos una investigación exhaustiva y sanciones para el responsable. No podemos permitir que la impunidad prevalezca en casos de agresiones contra la prensa», afirmó otro periodista presente en la escena.

Además, se ha hecho un llamado a las autoridades para que garanticen la seguridad de los reporteros, periodistas y trabajadores de la prensa en el desempeño de sus funciones.

La comunidad periodística demanda un entorno en el que puedan ejercer su labor sin temor a represalias ni agresiones.

La solidaridad con Roberto Reyes y Maricela de la Cruz ha sido palpable. Colegas y ciudadanos expresan su apoyo y reiteran la importancia de defender la libertad de prensa y proteger los derechos de los trabajadores de la comunicación.

La indignación es unánime: la agresión a estos periodistas es un ataque a la democracia y no debe quedar impune, consideraron varios periodistas cuestionados sobre el suceso.